Por la situación actual del
mercado laboral en nuestro país, las oportunidades de trabajo son escasas con
respecto al número de demandantes de empleo. Adquiere en estos días, una vital
importancia la preparación de las escasas entrevistas de trabajo a las que se
puedan optar en estas condiciones. Los procesos de selección se alargan en el
tiempo y los diferentes filtros por los que pasan las diferentes candidaturas,
crecen progresivamente. De ahí que se pueda, y se deba, considerar un triunfo el
simple hecho de acceder a la fase de las entrevistas personales. Hace unos días
realicé una entrevista de trabajo, y me gustaría compartir mi experiencia con
todo aquel que se encuentre en puertas de pasar por este trámite para conseguir
un puesto de trabajo.
El proceso de selección en
cuestión, me interesaba, por lo que preparé concienzudamente dicha entrevista.
Redacté para ello una lista de las competencias que había desarrollado en los
distintos puestos de trabajo que he tenido a lo largo de mi vida profesional.
En esas competencias intenté poner de manifiesto mis aptitudes, habilidades y
conocimientos. Me aseguré con ello de resaltar mis puntos fuertes, y de
identificar mis áreas de mejora, poniendo ejemplos de cómo ir progresando en
dichas facetas en las que debo progresar de una forma adecuada.
Realicé previamente al
encuentro con la empresa una reflexión de donde quería estar dentro de cinco
años, tanto en el aspecto profesional como respecto de los proyectos de mi vida
personal que querría llevar a cabo en el periodo de tiempo indicado.
Revisé mi trayectoria
profesional. Para mí, siempre ha sido fundamental mantener una clara coherencia
respecto a todas las acciones, profesiones y cargos que he ostentado hasta la
fecha con respecto a mi objetivo profesional principal; «acceder a puestos
gerenciales y participar en un proyecto empresarial serio y de largo recorrido».
Recopilé información de la
empresa que me iba a entrevistar y realicé un informe donde reflejaba los
productos y servicios que ofrecía la compañía, su cultura corporativa, su
estructura y organigrama, así como los cambios recientes que se habían producido
dentro de la organización. Me informé, dentro de mis posibilidades, de su
actividad internacional, de su posición en el mercado y de los competidores que
existían en el mercado dentro de su sector.
Intenté resumir lo que
esperaría de ese puesto de trabajo, principalmente que posibilidades de desarrollo
personal me podía ofrecer, es decir, a que plan de carrera y a que plan de
formación podría optar. Reflexioné sobre las responsabilidades que el cargo
conllevaba, sobre las posibles condiciones contractuales, el tipo de empresa
que era y sobre la peculiaridad de que el trabajo implicaba mucho trabajo
individual.
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El día de la entrevista, al haber
realizado toda esta preparación, tenía muy clara la estrategia y el
comportamiento que iba a seguir durante la misma. Tenía un total dominio sobre los
datos que había aportado en mi curriculum vitae, y más aún tras la
autoevaluación personal a la que me había sometido a mi mismo al prepararme para
esta entrevista de trabajo.
Fui puntual, llegué con
cinco minutos de antelación. Actué desde
el primer momento con naturalidad, intentando expresar actitud proactiva,
evitando aparentar agotamiento por el hecho de tener seis entrevistadores.
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Durante la entrevista, fui
discreto y ético. No di datos confidenciales, ni hablé mal de anteriores
empresas donde había trabajado. Solicité tomar nota tras escuchar las
responsabilidades, dificultades y cualidades requeridas para el puesto, así
como de los datos y de la cultura empresarial de la compañía. Mantuve en todo
momento contacto visual con mis entrevistadores.
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Intenté no descuidar en
ningún momento mi forma de hablar. Quería ser claro y comprensible, por lo que
modulé mi voz, no hablé deprisa y me expresé con voz grave.
Pretendí dar desde el
principio buenas argumentaciones, poniendo ejemplos de todo lo necesitaba de una
explicación más pormenorizada. Traté de no hablar más de cinco minutos sobre mi
experiencia profesional en mi presentación inicial. Evité para ello el uso de palabras
negativas -como crisis- , y de expresarme con frases hechas. Usé en todo
momento argumentaciones cortas y precisas.
Conjugue todos los verbos de acción
que pude. Hablé con términos precisos, restringiendo el uso de tics, jergas y
términos de moda. Acababa todas las frases, para dar con ello orden a mi
discurso. Me daba a mi mismo tiempo para responder a cada pregunta y respeté
los silencios. Contrasté algunas de mis respuestas con preguntas como «¿responde
esto a su pregunta?», para estar seguro de haber respondido a lo que se me
preguntaba.
Al finalizar la entrevista,
resumí en unas cuantas frases mi interés por el puesto ofrecido. Realicé varias
preguntas sobré cuales serían los próximos pasos del proceso de selección,
sobre el plan de carrera y el plan de formación que ofrecía la empresa. Estaba
preparado por si me solicitaban realizar una valoración personal de la
entrevista, pero los entrevistadores no lo hicieron.
Me despedí dando las gracias
a todas las personas de la empresa que me habían atendido durante las
diferentes fases del proceso de selección.
Tras la entrevista, evalué
mi actuación. Seguía interesado en el puesto. Estaba contento con el transcurso
de la entrevista. Había dejado claro toda la información sobre mi trayectoria
profesional. Esta vez, no me habían sorprendido con ninguna de las preguntas.
Al día siguiente, envié un
email confirmando mi interés en el puesto, mi disponibilidad para los futuros
pasos del proceso y mi más sincero agradecimiento por haber considerado mi
candidatura apta para la realización de la entrevista personal.
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Una
vez que transcurran esos meses y llegue la fecha
de jubilación de mi predecesor, será hora de negociar un nuevo contrato,
para
lo cual debo de estar preparado y ser consciente de la realidad del
mercado laboral en la actualidad en dicha negociación. Antes de esto ocurra, debo demostrar que
puedo
desarrollar las competencias del puesto. Con mi actitud debo dejar clara
mi
proactividad, y debo poner en valor mi formación. Así serán mucho más
fáciles
los posibles futuros acuerdos con la empresa que me ha contratado.
@rafaferfu